Si vuelves y no estamos...

Es un recorrido hondamente triste, una cartografía de emociones que van de la perplejidad a la rabia, del dolor a la nostalgia, de la negación a la esperanza. Cuarenta y tres vidas cortadas en flor, cuarenta y tres vidas que han dejado huella en el corazón y en la memoria. Un hecho deleznable en las páginas de ignominia que atraviesa a un país irredento, resiliente y resistente. Un llanto colectivo que lucha contra el olvido, que apela a nuestra conciencia, y exige nuestro compromiso para desterrar la desaparición forzada. Una promesa de nunca abandonar su búsqueda, porque cada vida importa.